Los goles no se merecen...

En la Bombonera, Godoy Cruz dio el batacazo -ya no tanto- de la fecha, ganándole a Boca, por 3-1 con dos tantos de Ramirez, y uno de Torres. Para el local convirtó Walter Erviti.

A Boca le cuesta rearmarse, más allá de todo cambio. Y en el inicio del partido se vieron las impresiciones, el desacomodo de los primeros minutos oficiales. Si bien, el Xeneize fue de lo mejor del verano, en el primer cuarto de hora no encontró un funcionamiento claro, mas si llegadas. Ya que, entre Mouche, Calvo y Palermo tuvieron la más riesgosa para el arco de Ibañez.

Ramirez festeja con sus compañeros

Pero no todo es color de rosa, porque con un equipo desarmado lo único que se ofrecen son ventajas, y Ruben Ramirez lo aprovechó, a los 14 minutos, tras un error de García, y puso el 1-0. Y no fue el único error: a los 23, el arquero xeneize volvió a equivocarse y, gracias a la buena visión del asistente, se anuló el segundo del tomba.

Boca siguió yendo hacia adelante, ya un poco más acomodado en la cancha, con un Riquelme que encontró su posición y a partir de allí se siguieron sucediendo acciones favorables a los dirigidos por Falcioni. Primero una de Erviti, luego dos del Torero: la segunda, eludiendo a varios tombinos dentro del área. Genialidades propias de su pie.

En tanto, Godoy Cruz siguió apostando a jugar por los costados y centrar la pelota, tal vez esperando otro error de García. Y no fue por un error, pero si por una distracción, por donde llegó el segundo, también de Ramirez, para el Tomba. Un Boca más ordenado, que no merecía ir perdiendo por dos goles, pero que a seis minutos del final, esa era su situación, y a eso hay que sumarle la mala suerte. Porque Riquelme, desenfundó a los 40, y el palo derecho de Torrico -figura del primer tiempo-,  le dijo que no.

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El segundo tiempo arrancó igual que como finalizó la primera mitad. Es más, al minuto, Palermo desperdició el primer intento de Boca, que se mostraba como dominador, en parte por ser el mejor de los dos, pero más por el conformismo tombino por la diferencia de dos goles a favor, y que sólo buscó, en los primeros minutos, con remates desde afuera del área.

Todo era favorable a Boca, excepto los goles. Y fue en el minuto 6 del complemento cuando entró Torres, luego de un centro cruzado de Russo, y puso el 3-0 para Godoy Cruz. ¡Si¡ Otro centro, otro gol. Gran punto trabajado por los de Da Silva, y raramente fallido en los de Falcioni.

Pero al instante, Erviti, en la réplica, logró el primer tanto del equipo que más lo merecía. 3-1 y esperanzas de empate. A partir de allí, el partido cayó en un pozo, pero de los buenos. Chances para unos y otros, pero sin grandes peligros para los arcos.

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Finalmente, en tiempo de descuento, el cuarto cayó, en los pies del mejor jugador de Godoy, o, por lo menos, el que más corrió. Otra desinteligencia por las bandas, y Carlos Sanchez clavó el 4-1.

En fin, Godoy en una sorpresiva gran tarde, y Boca sin capitalizar sus oportunidades. Los goles que no se hacen en un arco, esta vez se hicieron en el otro. Las claras fueron para el Xeneize, los goles para el Tomba. Merecida victoria, para festejar con vino. Los de la ribera siguen en el mismo rumbo. Ningún cambio de cara.



La figura: Carlos Sanchez. El uruguayo se corrió la vida, y en el final tuvo su recompensa. Clavó el cuarto y plantó las dudas en el rival.

La figura del partido

LOS GOLES