martes, 5 de octubre de 2010

Como Turco en la caldera

Antonio Mohamed se convirtió en el nuevo técnico de Independiente y debutará nada menos que con Racing. El Turco viene de dirigir a Colón de Santa Fé equipo con el que consiguió sólo 2 victorias en los úlitmos 23 partidos jugados. Aquí el repaso de su historia.



"Ese pibe de barrio que fue creciendo entre los potreros y los picados. Rebelde, con una personalidad fuerte y avasallante. Un tipo que nunca esconde nada y que siempre dice lo que siente. Todo un personaje", así describe el periodista Gabriel Fernández a Antonio Ricardo Mohamed, en una de sus publicaciones.

Mohamed nació el 2 de Abril de 1970 en Buenos Aires, más precisamente en Soldati, Barrio de la Quema, y desde pequeño fue hincha fanático de Huracán, club dónde además brilló como futbolista y director técnico.
“Dentro del campo de juego es un jugador distinto, exquisito y audaz. Es un atacante muy preciso en el control del balón“, reza una publicación de los años 90’.

El "Turco", apodo ganado por el origen de su apellido, realizó las inferiores en el club de sus amores, Huracán de Parque de los Patricios, dónde también hizo su debut: el 19 de Agosto de 1990, en el empate del Globo ante Mandiyú de Corrientes por 2-2.
El día en que debutó por partida doble ¿Cómo? En ese primer partido, casualmente, también anotó el segundo gol de su equipo, 'debutando' así en las redes. Fue el primer gol de los más de 20 gritos en el fútbol argentino.

Mohamed jugó en Parque Patricios hasta la temporada 91/92. Ese año disputó 35 partidos y convirtió 13 goles. Tras su magnífico campeonato fue vendido a Fiorentina, quien inmediatamente lo cedió a Boca Juniors.

Sólo estuvo una temporada en el club de la Ribera, pero dejó su sello, no tanto por su exquisitez, sino por ese sentimiento quemero que aun perdura. Cuenta la anécdota que jugando para Boca, ante Huracán, el Turco recibió el cuero en el punto penal, frente al arco sobre el que estaban los hinchas del Globo, con el arquero desparramado y dos defensores en la línea. Levantó la cabeza y en vez de pegarle al arco prefirió enganchar una y otra vez hasta que le sacaron la pelota. Su decisión le costaría caro: a los 30 minutos del primer tiempo fue sustituido y Boca decidiría venderlo. Él eligió hacer eso antes que meterle un gol al club de sus amores.

Tras retirarse como jugador y dirigir en algunos equipos mexicanos (Zacatepec, Querétaro y Morelia) llegó como entrenador a Huracán en 2005 y logró jugar la promoción –perdió ante Argentinos por la ventaja deportiva-. Se fue, pero retornó rápido, en la temporada 06/07. Allí consiguió nuevamente jugar la promoción pero esta vez logró el ascenso, ante Godoy Cruz, en Mendoza. En ese momento se consagró como ídolo.


El ascenso a la primera división fue muy emotivo para Mohamed ya que no estaba en un buen momento personal. En junio de 2006, en Alemania, sufrió una de las mayores tragedias de su vida: uno de sus hijos falleció en un accidente automovilístico -un auto se estrelló contra el motorhome en el que viajaba la familia del Turco- cuando se dirigía desde Berlín hacia Frankfurt tras ver a la Selección perder por penales.

El Turco volvió a dar muestras de su espíritu luchador y se sobrepuso al trágico momento vivido. Se convirtió en un tipo querido por propios y ajenos, porque eso es lo que transmite. Sentimiento, convicción, seguridad. Hace lo que ama y ama lo que hace. Y ahora tiene un nuevo desafió en su carrera, tras dirigir a Colón de Santa Fe, se sentará en el Club Atlético Independiente.

Salud Turco, brindamos con Gatorei!

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