Los grandes mal, los chichos bien... ¿Por que?

Los grandes del fútbol argentino están pasando momentos difíciles, no se encuentran con ellos mismos, y no encuentran a los que deben cambiar su rumbo. Desde dirigentes, técnicos y jugadores, los clubes chicos han sabido sobreponerse a situaciones y está claro viendo a los últimos campeones, que aun hoy se mantienen animando los torneos.
 

POR José Luis Ponsico (Télam) 

A Boca, River, en menor medida Racing, Independiente y San Lorenzo no les va bien. Incorporaron futbolistas, algunos más que otros, pero sus entrenadores no encuentran la vuelta.
Estudiantes y Vélez están consolidados -también Bánfield y Lanús- hace rato. Los cuatro clubes citados ganaron torneos desde 2006. Primero el Pincha, lo siguió el Granate y más cerca en el tiempo, los del Fortín y el Taladro.
Una primera observación: los "grandes" han cambiado varias veces sus técnicos y planteles. Por campeonato se van muchos jugadores y llegan otros tantos. Boca y River, por ejemplo, modificaron planteles numerosos y pasaron muchos entrenadores. Y hasta managers... 

Estudiantes de La Plata conserva una base desde hace cuatro años. En el camino ganó el Apertura 06 con Diego Simeone DT, y no bajo nunca de los primeros lugares. Lo mismo Vélez que desde la llegada de Christián Bassedas como manager.

 
Lanús, con altibajos, es uno de los clubes que mayores ingresos ha tenido por venta de futbolistas en los tres últimos años -Salvio (At. Madrid), Acosta (Sevilla), Leto (Olympiakos), entre otros-. Sin embargo, aunque cambio de DT -Luis Zubeldía reemplazó a Ramón Cabrero hace dos años, estando en el cuerpo técnico- el Grana sigue siendo animador de los últimos campeonatos. 

 

Lo mismo pasa con el Banfield de Julio César Falcioni, que tiene una base de futbolistas que ya estaba en tiempos en que Jorge Burruchaga dirigía al club, hace casi ya dos años. El Taladro participa de copas internacionales y mantiene vigencia como equipo duro y difícil de superar.

 

Los grandes del fútbol argentino viven haciendo cambios, sin encontrar el rumbo, ni una línea de juego y mucho menos desde los resultados. Salvo Independiente, ahora participando en instancias decisivas de la Copa Sudamericana, el resto está lejos.
Otra observación que surge a la vista de los resultados. La suma de varios factores es determinante. Por caso, la inteligencia, más capacidad de gestión de dirigentes poco conocidos, más trabajo táctico de técnicos con perfil silencioso y mucha eficacia en la cancha, remiten al saldo.