lunes, 8 de noviembre de 2010

Super promo sin cappa

Finalmente, el vínculo que unía a River con Ángel Cappa dejó de existir. Crónica de un final anunciado.. el ex técnico de Huracán, Banfield, Racing, entre otros, dejó su cargo de entrenador por pedido de Daniel Passarella. Tras 7 fechas sin ganar y otras tantas sin jugar bien, Simón Gómez hace un análisis de lo que fue, lo que es, y de lo que tiene que venir.

Se terminó un ciclo. Duró lo que duro la ilusión. Duró lo que el DT, desde su verba particular, logró que durara. Hoy, Ángel Cappa dejó de ser el técnico de River, algo que se esperaba desde ayer por la tarde, y que algunos esperábamos que sucediera. Parecía un secreto a voces: el ciclo estaba cumplido. Las 7 fechas sin triunfos hizo insostenible la situación, River nunca interpretó lo que Cappa proponía, y él nunca le encontró la vuelta. River nunca encontró el juego asociado, ni el toque que el DT pretendía.
Fue, y es, un grupo de personas haciendo lo posible por ganar un partido, aunque siempre estuvo más cerca de perder.
Cada encuentro era un sufrimiento, a matar o morir, y, por lo general, un dolor de ojos: los pases eran siempre entre Carrizo, Maidana y Ferrero, de ahí en adelante eran todas arremetidas individuales que siempre chocaban contra los zagueros del equipo contrario, o finalizaban en un pelotazo a Pavone para que haga lo que pueda.
"River nunca interpretó lo que Cappa proponía, y él nunca le encontró la vuelta"
Cappa sólo se fue sacando de River. Empezó ganando, es cierto, pero el juego que el pregona nunca se vio. River fecha a fecha era peor, y encima el DT nunca encontró el equipo, y realizó tanto cambios que es imposible pensar un equipo base, es cierto que hay nombres que salen de memoria, arquero y defensa, como es cierto que de Almeyda en adelante nadie tiene el puesto asegurado seas Ortega, Pavone, Buonanotte o Funes Mori. Ángel nunca encontró el esquema, y mucho menos los interpretes. Utilizó el
4-2-3 -1, el 4-4-2, el 4-3-1-2 y 4-2-2-2. En 13 fechas no repitió el equipo, hizo cambios que sólo él sabe por qué hizo y le dio chances a jugadores que no se las merecían.

Sin irnos más lejos, en el último partido, puso en cancha a Ballon y Rojas, dos jugadores que no demuestran carácter ni calidad para estar en River, y relegó al banco a Acevedo y Pereyra, quienes quizás podrían haberse desenvuelto de mejor manera que los que eligió el DT. Tardó 5 fechas en darse cuenta que Almeyda es reemplazable por un doble 5, sino, los rivales se hacen un festín con el mediocampo riverplatense. Sacó a Ferrero -que es el defensor de River más firme- y dejó a Arano       -que hace tiempo, con su juego, que pide un lugarcito en el banco-.
Se encapricha con jugadores como Lanzini dejando de lado a Lamela, quien demostró no sólo calidad sino también carácter, y nunca supo como tratar los temas mas emblemáticos de River: Buonanotte y su desgracia personal, y Ortega con sus problemas y caprichos dignos de un juvenil.
"No supo tratar los temas más emblemáticos: Buonanotte y su desgracia personal, y Ortega con sus caprichos juveniles."
En definitiva, la salida de Cappa era esperada, incluso necesaria, porque la campaña de River es de regular hacia abajo, y uno de los principales culpables de esta vergüenza fue el DT.
Hoy hay que dejar de lado los egos y pensar en River, y lo mejor sería llamar hacia Boedo, para que Ramón vuelva a casa y deje de dirigir equipos chicos; o bien traer al Tolo, para que el vuelva a ser grande, junto con River.
Los hinchas millonarios han pasado muchas penas y pocas glorias. Hoy sufren por la promoción y mejor ni soñar con un torneo internacional: no hay ninguno en el horizonte. Es hora de hacerles una caricia, y escuchar lo que ellos piden, ya que se escuchan voces hablando de "fulbo" y otras riendo con un clásico "je".

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